Bautismo

En verdad, en verdad os digo que nadie puede entrar en el reino de Dios sin nacer del agua y del Espíritu. (Juan 3:5)

Los bautismos se celebran durante todo el año fuera de los tiempos de Adviento o Cuaresma para niños menores de 7 años. Si el niño es mayor de 7 años, debe estar registrado en el Programa de Educación Religiosa y será bautizado en la Vigilia Pascual. La preparación tanto de los padres como de los Patrocinadores es obligatoria. Por favor contacte al P. Wilfredo en fernandez@sjosephcatholic.org para registrarse para la clase.


Patrocinadores

Poder. 872 En la medida de lo posible, a la persona que va a ser bautizada se le debe asignar un padrino que asista a un adulto en la iniciación cristiana o que, junto con los padres, presente al bautismo a un niño. El padrino ayuda también al bautizado a llevar una vida cristiana acorde con el bautismo y a cumplir fielmente las obligaciones inherentes a él.

Poder. 873 Sólo habrá un padrino o una madrina o uno de cada uno.


Poder. 874 §1. Para que se le permita asumir la función de patrocinador, una persona debe:


1/ ser designado por el que va a ser bautizado, por los padres o por la persona que haga sus veces, o en su defecto por el párroco o ministro y tener la aptitud y el propósito de cumplir esta función;


2/ haber cumplido el decimosexto año de edad, a menos que el obispo diocesano haya establecido otra edad, o el párroco o ministro haya concedido una excepción por justa causa;


3/ ser católico, confirmado y ya recibido el santísimo sacramento de la Eucaristía y que lleva una vida de fe acorde con la función que ha de asumir;


4/ no estar obligado por ninguna pena canónica legítimamente impuesta o declarada;


5/ no ser padre o madre del que ha de bautizarse.

    Una persona bautizada que pertenece a una comunidad eclesial no católica no debe participar excepto junto con un padrino católico y solo como testigo del bautismo. Los Patrocinadores católicos, cuando sean parejas, deben presentar prueba de matrimonio en la fe católica. ¡Llame a la oficina para obtener el horario actualizado!
El sacramento del bautismo nos introduce en la vida divina, nos limpia del pecado y nos inicia como miembros de la comunidad cristiana. Es el fundamento de la vida sacramental. En el bautismo, el que celebra ora sobre el agua:

Padre, mira ahora con amor a tu Iglesia y abre para ella la fuente del bautismo. Por la fuerza del Espíritu Santo da a esta agua la gracia de tu Hijo, para que en el sacramento del bautismo todos los que has creado a tu semejanza sean limpiados del pecado y resurjan a un nuevo nacimiento de inocencia por el agua y la Espíritu Santo. (Iniciación cristiana de adultos, #222A)


Liberado del pecado

El bautismo nos libera de la esclavitud del pecado original y actual. El agua se vierte en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Hoy en día, el sacramento del bautismo se realiza a menudo en los bebés, poco después del nacimiento. Los bautismos de adultos se llevan a cabo en la Vigilia Pascual a través del Rito restaurado de Iniciación Cristiana para Adultos. Los adultos o niños que hayan sido bautizados en una iglesia cristiana válida no serán bautizados nuevamente en la iglesia católica. Como decimos en el Credo de Nicea: “Confieso un bautismo para el perdón de los pecados…”


El Catecismo enseña:

"El fruto del Bautismo, o gracia bautismal, es una rica realidad que incluye el perdón del pecado original y de todos los pecados personales, el nacimiento a la nueva vida por la cual el hombre se convierte en hijo adoptivo del Padre, miembro de Cristo y templo del Espíritu Santo. Por este mismo hecho el bautizado queda incorporado a la Iglesia, Cuerpo de Cristo, y hecho partícipe del sacerdocio de Cristo" (CIC 1279).


Símbolos bautismales

    Agua – Las aguas del bautismo recuerdan el bautismo de Jesús por Juan el Bautista en el río Jordán. El agua es un símbolo de limpieza y renovación al comenzar una nueva vida en Cristo. Somos lavados del pecado. Aceite – En el bautismo somos ungidos en la vida de Cristo como “sacerdote, profeta y rey”. Se traza una cruz en la frente del candidato como recordatorio de que somos herederos del Reino de Dios. Luz – El cirio bautismal se enciende con el cirio pascual o pascual que se encuentra en la iglesia como signo de la luz de Cristo en el mundo. En el bautismo, recibimos la luz de Cristo y somos llamados a compartir esta luz con el mundo. Vestimenta blanca – La vestimenta blanca que se nos coloca en el bautismo es un símbolo de la victoria de Cristo sobre la muerte y su gloriosa resurrección. Asimismo, el manto blanco o mortaja que se coloca sobre el ataúd en el momento de la muerte recuerda nuestras promesas bautismales y nos recuerda que estamos destinados a la vida eterna.

Mientras que en circunstancias ordinarias los sacramentos en la Iglesia Católica son administrados válidamente por un miembro del clero ordenado, en una situación de emergencia, cualquier persona puede administrar el sacramento del bautismo.


En caso de necesidad, cualquier persona puede bautizar, siempre que tenga la intención de hacer lo que hace la Iglesia y que derrame agua sobre la cabeza del candidato mientras dice: “Yo os bautizo en el nombre del Padre y del Hijo”. y del Espíritu Santo" (CIC 1284).

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